Cantidad de impactos, contenido de los mensajes publicitarios y horarios de emisión, son tan solo algunos de los aspectos que la industria privada española ha exigido al Gobierno que se regule.
Desde hace varios años, las directivas de distintas empresas de juego españolas pertenecientes a sus dos modalidades, online y presencial, han solicitado al Gobierno en funciones una ley concerniente a la regulación de los esfuerzos publicitarios que estas empresas, junto con otras externas y que tienen campo de acción en España, realizan para atraer o retener usuarios dentro de sus plataformas o plantillas de juego.
Sin embargo, estas peticiones que han sido pospuestas en tantas ocasiones únicamente han sido guardadas para una posible revisión futura, pero hasta ahora ha parecido que ese futuro no llega. Es por eso que el pasado 12 de septiembre de este año, la patronal del Consejo Empresarial del Juego (Cejuego) ha solicitado la regulación urgente de la publicidad de esta industria.
Esta petición fue realizada a través de una rueda de prensa en la que participó Alejandro Landaluce, director del Consejo; Luis Miguel Cabeza de Vaca, director de Relaciones Institucionales de Codere; Carlos Duelo, director corporativo de Relaciones Institucionales de Cirsa y Pedro García, director de Relaciones Institucionales de Orenes.
De acuerdo con estas empresas y sus representantes, esta ley que solicitan debe incluir cuestiones como la cantidad de mensajes publicitarios emitidos, los horarios en los que aparecen y el mismo contenido de estos mensajes a modo de asegurar la protección de las audiencias más vulnerables, como lo son los menores de edad, quienes por ley y debido a su misma vulnerabilidad, tienen interdicha la práctica de actividades relacionadas a los juegos de apuestas.
Resulta de pronto un poco incongruente el hecho de contar con leyes que tengan como objetivo el regular la actividad de juego de estos sectores de la población y no contar también con regulaciones de aquello que por una parte incita a estos mismos a practicar dichas actividades, en este caso, la publicidad.
En este sentido, Alejandro Landaluce ha recalcado el exceso de publicidad que actualmente existe en los medios audiovisuales, por lo que se exige el desarrollo de un reglamento publicitario que tenga en consideración la protección de las audiencias.
Hasta el momento, el país no ha contado con una regulación estricta para este tema y en todo caso, la existencia de una no debería suponer la prohibición completa de los anuncios publicitarios, sino más bien una selección de momentos, mensajes y participaciones por parte de personajes públicos dirigidos específicamente a la población adulta.
En lo que se refiere al horario, Cejuego ha propuesto un horario nocturno para la transmisión de la publicidad del juego, que según el Consejo tendría que darse a partir de las 21:00 o 22.00 horas, ya que se entiende que este es el horario designado para el sector adulto.
Este horario tendría que ser aplicado para programas o eventos de carácter cotidiano, dejando un trato especial para los eventos deportivos, tomando en cuenta que son estos los que mejor resultados han supuesto para el desarrollo de la industria. En el caso de estos, se propone la reducción del número de impactos, la prohibición de mensajes que incluyan bonos o descuentos y una revisión de la esencia del mensaje que es compartido a las distintas audiencias.
Este comunicado hecho por las empresas de la mano con Cejuego deja en evidencia la responsabilidad que ellos han asumido hacia los efectos que su industria supone. Esto no quiere decir que sus actividades sean de total peligro para la población, pero como en todo, incluye ciertos riesgos que pueden ser aminorados al tomar cartas en el asunto.
Tal como mencionó Cabeza de Vaca, el juego no es tan perjudicial como fumarse un cigarrillo, que desde la primera ingesta produce reacciones negativas, sino que, al practicarlo de manera consciente e informada, puede ser una actividad beneficiosa, pero para que este factor prevalezca por encima de todos, es necesaria una regulación.
Los tiempos cambian y la globalización derivada de la existencia del Internet hace necesaria la implementación de nuevas medidas. La autorregulación que las empresas de casinos online y apuestas han asumido en el tiempo presente para su aprobación por la DGOJ, al día de hoy no ha sido suficiente ya que a los ojos del gobierno existe todavía una gran línea divisoria entre el juego público y el juego privado, cuando en esencia sus actividades son básicamente las mismas.
Con el objetivo de cumplir con las demandas de la sociedad actual, se espera que próximamente el Gobierno apruebe las medidas propuestas por la industria del juego en España.