Jugar online no es solamente una moda, sino que también se está convirtiendo en una cultura. Todos los usuarios que se dedican a los eSports y a los videojuegos están en una franja de edad que va de los 25 a los 40 años. Eso quiere decir que los que antes jugaban a las máquinas tragaperras se encuentran ahora en la franja de edad de 55 a 65 años. Eso delata, entonces, la tendencia actual según la cual los gamers de hoy en día no aman las máquinas tragaperras, sino que prefieren dedicarse a otro tipo de juego más dinámico y menos vinculado con el azar.
Hay que recordar, de hecho, que las máquinas tragaperras no tienen nada que ver con los videojuegos que aumentan la competitividad, aunque las nuevas tragaperras online tienen muchas características similares a los mejores juegos online de la red. Ambos tipos de juego liberan dopamina, pero la competencia es mayor en los videojuegos.
En este contexto, parece que el perfil mediano del gamer hoy en día es el de un chico aislado que, envuelto en su sudadera con capucha, se deleita buscando cualquier tipo de juego que le estimule competitividad y también creatividad. Eso entonces evita que los usuarios más jóvenes se aficionen a las máquinas, ni tan siquiera en las versiones más modernas como las que se remiten a películas modernas como las de Marvel o a serie TV como Narcos y La Casa de Papel. Parece que la emoción de poder disfrutar de un juego en el que se estimula la capacidad de decisión es predominante en las generaciones actuales, con la de los Millennials, es decir la que estamos tomando en consideración, que destaca como la que más consume este tipo de nuevas actividades lúdicas.
Además, hay que destacar que los usuarios modernos son más antisociales, de lo que dicen muchos estudios. Con este término se quiere destacar que la mayoría de ellos se cierran en sus habitaciones para disfrutar de estos juegos que no comparten con nadie más y, por ende, desarrollan una manera muy egoísta e individualista de divertirse, algo que se refleja entonces en todos los torneos de juegos electrónicos a los que se dedican, en los que se retan continuamente y manifestando una evidente competitividad.
Según un reciente estudio de la Entertainment Software Association, el perfil del jugador promedio es de un hombre o una mujer de 31 años y los Millennials son la categoría que más juega, como refleja el porcentaje de 73% de usuarios que han jugado al menos una vez en los últimos dos meses. Lo que está claro es que esta categoría es la que genera más beneficios a las empresas que se dedican a crear videojuegos de cualquier tipo, visto por los datos de consumo medio. No sorprende, entonces, que los Millennials se sitúen a la base de los planes de negocio de cualquier empresa que se dedica a los videojuegos de última generación, una herramienta que tiene que estar al paso con las tendencias generacionales y culturales.