El fenómeno del juego de azar está muy extendido en Italia y eso ha hecho que el país destaque como modelo a seguir en cuanto a políticas relacionadas con el sector. En este sentido, la situación en España es distinta a causa de las leyes que limitan la libertad individual y empresarial. El problema radica en la prohibición de hacerse publicidad a las actividades legal. Los operadores del sector se oponen a esta ley y, por lo tanto, han pedido al Gobierno que corrija estas disposiciones.
EN ESPAÑA, LA TASA DE JUEGO PROBLEMÁTICO SE ENCUENTRA ENTRE LAS MÁS BAJAS DE EUROPA
En España no tendría por qué prohibirse la publicidad. Según CeJuego, asociación que representa al 70% del sector del juego privado, la tasa de juego problemático en España es una de las más bajas de Europa. A ello se agrega el hecho de que culturalmente los españoles consideren el juego como una actividad normal de recreo, socialización y entretenimiento, y que normalmente no desemboca en la adicción. En España, además, se hace a menudo hincapié en la prevención y a la concienciación, gracias también al trabajo realizado por la DGOJ y los mejores casinos online españoles.
En el sector del juego privado has sido muchas las iniciativas dirigidas a proteger a los jugadores más vulnerables. Además, se ha impuesto una política de tolerancia cero con todos los menores que se acercan al mundo de los juegos y las apuestas que se basa en controles policiales periódicos a nivel nacional.
El punto de inflexión, por otro lado, ha tenido lugar en 2020, cuando se aprobó la ley Garzón, que limita la publicidad de las empresas privadas de juego. A esta ley han seguido otras que han impuesto restricciones a la normal actividad del sector privado del juego, algo que no pasa en el sector público. Estas disposiciones están inspiradas en el caso de Italia, el primer país europeo en emitir restricciones de este tipo.
RESTRICCIONES A LA PUBLICIDAD EN ESPAÑA
Las nuevas disposiciones aprobadas en noviembre de 2020 por Alberto Garzón, ministro de Consumo, han entrado oficialmente en vigor el año pasado. Uno de los fundamentos principales es la prohibición de la publicidad de apuestas y otras actividades de juego. Los únicos anuncios permitidos son en radio y televisión y en la franja horaria que va de la 1 a las 5 de la mañana. Los patrocinadores de apuestas deportivas también están prohibidos, mientras que los anuncios de apuestas online solo están permitidos con el consentimiento expreso de los usuarios.
LAS CONSECUENCIAS DE LA PROHIBICIÓN DE LA PUBLICIDAD EN ITALIA
La oposición de los operadores españoles se remite a las consecuencias de la prohibición de la publicidad en Italia. Todo empezó en 2018, cuando el Decreto Conte denegó cualquier tipo de publicidad de juego, incluso en el ámbito de las apuestas deportivas y los juegos de azar. Estas restricciones, sin embargo, no han logrado su objetivo sino que el volumen de juego ha aumentado y con ello el número de operadores no conformes.
Más daño causaron las prohibiciones impuestas por las distintas administraciones, sobre todo imponer distancias mínimas entre locales y “zonas”. Tal como pasó en España, los expertos han acabado oponiéndose a tales leyes y muchos piden la revisión de estas normas para limitar las consecuencias negativas que provocan en el sector.
En este caso, el ejemplo italiano parece no ser un modelo a seguir, además de haber demostrado como las políticas prohibicionistas pueden ser más dañinas que provechosas. Un sector como el del juego privado que ofrece garantías legales y éticas se ha visto obligado a enfrentarse a desagradables consecuencias que han perjudicado la seguridad de los actores y la tutela de los más vulnerables, además de los puestos de trabajo generados por el sector y la consecuente economía contributiva.