Primero la pandemia, y luego la guerra, han alterado los escenarios de la geopolítica mundial. Y en consecuencia han cambiado, con un impacto más o menos desastroso en todas las latitudes, los hábitos de miles de millones de personas. La realidad ha pasado de lo físico a lo remoto, de lo real a lo digital. También han aparecido nuevos términos, sobre todo el de phygital, para indicar la fusión de dos segmentos - el online y el real- que hoy en día van prácticamente de la mano. Y también nació el término "nómada digital", que suena feo y hace pensar en quién sabe qué perspectivas, pero que en realidad esconde tras de sí una realidad muy distinta y más compleja.
Un mundo de nómadas digitales (y felices)
Hay, según las últimas estimaciones de BluePillow, unos 35 millones de personas en todo el mundo que encajan en la etiqueta de nómada digital. Una palabra que no tiene nada de ofensivo ni discriminatorio, ya que indica a todos aquellos individuos que trabajan a distancia, remotamente, conectados a la red. Los que componen la polifacética galaxia del smart-working, tan maltratada y sin embargo tan útil en términos de optimización del tiempo, mejora de los procesos y ahorro de recursos: para los nómadas, por supuesto, pero también para las empresas que les dan una oportunidad.
Tras el estallido de la pandemia, un numeroso grupo de personas se multiplicó exponencialmente, lo que dio la vuelta a la tortilla y desequilibró un mundo, al menos el occidental, que caminaba en una dirección bastante precisa (y antigua). Es posible trazar un identikit aún más preciso: los nómadas digitales son principalmente Millennials, los nacidos entre 1981 y 1996, en España mayoritariamente mujeres, casadas y acostumbradas a la vida en movimiento. Los nómadas digitales se subdividen a su vez en función de sus estudios: incluyen empresarios, influencers, empleados que se dedican a sectores como la educación, la informática, la consultoría o el comercio electrónico.
Un sector para nómadas digitales
A los nómadas digitales les acompaña en su explosión, por supuesto, el universo online. Que ha abierto puertas, portales y ventanas, dando la posibilidad de empleo también a aquellos, ciertamente no pocos, que no encontraban el llamado trabajo "soñado". ¿Qué sectores buscan ahora profesionales online? El sector español del gaming es uno de los más dinámicos en la búsqueda de nuevas figuras profesionales: puede parecer extraño, pero este sector emplea hoy no sólo a geeks o nerds, sino también a licenciados en Letras y, por tanto, versados en escritura, o entusiastas de la música y el diseño. También aquí es posible dibujar un identikit: un trabajador menor de 30 años siempre que esté especializado. No sólo cerebritos, sino también expertos en números e ingeniería, artistas, guionistas, expertos en gráficos, expertos en animación 3D y expertos en marketing. Hay para todos los gustos.
El auge del universo online y la demanda de profesionales en el sector gaming español no solo se limita a los videojuegos tradicionales, sino que también ha propiciado el crecimiento y desarrollo de la industria del gambling en España. Las slots online y los casinos que ofrecen estos juegos en España se benefician enormemente de la integración de profesionales especializados en diversas áreas. No es solo la mecánica del juego lo que atrae a los usuarios, sino también una narrativa envolvente, gráficos atractivos, animaciones de calidad y un diseño sonoro inmersivo. Por ello, licenciados en Letras aportan historias cautivadoras, mientras que los expertos en música y diseño crean una experiencia única para el jugador. La innovación constante es clave, y es precisamente esta fusión de talentos lo que ha llevado al gambling online en España a alcanzar estándares internacionales de excelencia.