España destaca como uno de los países europeos en los cuales los servicios proporcionados por las start-ups y las pymes son cada vez más esenciales para la economía interna. En este contexto, la industria de los casinos online es sin duda una de las más importantes hoy en día en la recaudación de impuestos y en la fomentación de un sistema económico dinámico. Eso pasa sobre todo porque, al ser una actividad segura que se hace durante el tiempo libre, en España este tipo de actividad es una de las menos problemáticas en todo el mundo, por una cuestión cultural y de costumbre. Esa tendencia se está afianzando también ahora que han surgido miles de nuevas aplicaciones dedicadas al juego de azar y a varios tipos de juegos virtuales que hacen sentir a los usuarios como en un verdadero casino.
Clave para que la inserción de este segmento industrial sea cada vez más automática y espontánea ha sido la histórica cooperación entre el regulador y los operadores de juego, algo que ha terminado siendo fundamental para poder disminuir los riesgos de desarrollar patologías entre jugadores compulsivos. Encontrar una política común entre operadoras de juego y jugadores es necesario para poder lograr finalmente una forma de ocio seguro, que termine siendo responsable y que, sobre todo, pueda ofrecer garantías suficientes para cualquier tipo de usuario que esté apostando su dinero.
La importancia de esta industria para la economía del país va a la par con su sostenibilidad, es decir que el sector de los juegos online, que muchos beneficios económicos genera, debe estar acompañado por la responsabilidad y la honestidad dirigida a los grupos más vulnerables, como por ejemplo los usuarios que dedican su tiempo al juego. En este caso la primera medida a tomar es tomar medidas de protección y garantías efectivas para poder fomentar el juego responsable.
Una de estas medidas es sin duda la del registro de autoprohibidos, un mecanismo que permite al usuario apuntarse en el Registro de Interdicciones de Acceso al Juego (RGIAJ) de modo que se le bloquee el acceso a las salas de juego físicas y también a las plataformas que distribuyen y promocionan cualquier tipo de juego online. Otra medida importante a tomar es la de una completa identificación del jugador, algo que se realiza antes de entrar en cualquier local de juego en el territorio español, lugares en los que para acceder hay que enseñar el documento nacional de identidad.
La industria del juego en España es importante pero tiene que ser acompañada por campañas de sensibilización dirigidas expresamente a los empleados de los locales de juego para que los mismos tengan conciencia plena de su responsabilidad respecto al juego seguro y responsable. Además, en los mismos locales tiene que haber una publicidad interna que tenga información detallada sobre el juego responsable que permita que los usuarios puedan estar bien dirigidos a la hora de jugar su dinero.
En definitiva, el juego online tiene que ser sostenible sobre todo a nivel mental para que termine siendo un segmento de la economía que aporte beneficios de cualquier tipo.